Que un Papa renuncie ya es bastante novedad. Eso es una realidad que se evidencia al constatar cómo en 2000 año sólo cuatro obispos de Roma han dejado esta prelatura sin que medie su fallecimiento.
Sin un protocolo definido, la solución aplicada ha sido tan institucional que la mayoría de los periodistas que estaba cubriendo el acto (menos la veterana periodista de la agencia italiana de noticias Ansa, Giovanna Chirri, que habla latín) no se enteraron de la noticia hasta que el equipo de comunicación repartió la correspondiente nota de prensa.
Si quieres leer mi análisis completo, te invito a leerlo en Valenciaplaza.com en este enlace: