Si las expectativas ante el fondo del debate eran bajas, los resultados desde un punto de vista formal han sido más que mejorables. El pulso entre los cabeza de lista al Parlamento Europeo de Partido Popular (PP) y del PSOE, Miguel Árias Cañete y Elena Valenciano, ha estado plagado de errores de bulto y algunas malas prácticas que poco han contribuido a elevar el nivel de la confrontación.
En un escenario sobrio que se debatía entre el gris, el negro y algunos discretos reflejos azules, Cañete ha preferido ir vestido ‘de ministro’: traje azul oscuro, camisa de gemelos y corbata roja (aunque se haya quitado las gafas, pese a ser un elemento distintivo que ha llegado a ser usado como tal en su propia propaganda); mientras que Valenciano ha optado por una versátil blusa azul que, si bien le favorecía, coincide con la gama de colores asociada al Partido Popular.
Cada uno de los dos ha llegado pertrechado con sendos bolígrafo que, en repetidas ocasiones, han adquirido la condición de simbólicas armas, al ser blandidos por los oponentes como en un combate de esgrima. Tanto uno como otro se han acompañado de papeles, pero la cantidad que llevaba Cañete y lo aparatoso que resultaban sus movimientos al pasar las páginas han distraído tanto en sus intervenciones como en las de su contrincante, al colarse en su tiro de cámara.
Si quereis leer más, podeis hacerlo en el análisis que realicé la misma noche de la contienda em Valenciaplaza.com: