Al margen del daño que le ha hecho a la imagen de la Casa Real los escándalos de corrupción del caso Nóos con la imputación de Iñaki Urdangaríny de la declaración ante el juez de la infanta Cristina o la cacería de elefantes en Botsuana, la comunicación no verbal del monarca deja a las claras que ya no es el que era.
Si se toma como referencia otra imagen de Juan Carlos I en un momento de máxima trascendencia como fue el mensaje a la nación en la noche del 23F de 1981 las diferencias saltan a la vista. Mientras que antes permanecía erguido mirando con firmeza a la cámara, este lunes estaba recostado y su mirada denotaba un evidente cansancio.
Nada en el tiro de cámara del video ni en las imágenes de la entrega al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del acta de abdicación está puesto al azar. Así como hace un par de años se podían ver fotografías de la Reina Sofía, el anuncio de compromiso del príncipe y Leticia Ortiz o de las infantas Elena y Cristina, en esta ocasión han desparecido las infantas y se ha sumado la de dos hombres claves en la Transición: Torcuato Fernández-Miranda, presidente de las Cortes Constituyentes, y la instantánea tomada por Adolfo Suarez Illana el 17 de julio de 2008 de su padre, ya enfermo, acompañado del Rey, tras la entrega en su domicilio del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro.
Si quereis leer el análisis completo con sus videos y sus fotos, podeis hacerlo en el siguiente enlace:
Pingback: Podemos con la Monarquía Hortanoticias.com | Hortanoticias.com
Pingback: Podemos con la Monarquía | COMUNICACIÓN DE RESISTENCIA